La sexualidad en ser humano cumple un rol complejo e importante. Se combina con otros factores psicológicos y no estrictamente sexuales. El comportamiento sexual humano viene determinado no sólo por factores biológicos sino también por variables culturales.
En la sociedad actual, la educación sexual es recibida como algo distorsionada durante el proceso de socialización. Muchas veces las pautas en este campo son contradictorias y confusas, esto condiciona el crecimiento de los niños y los adolescentes, generando individuos que se encuentran marginados fuera de lugar de la sociedad. La sexualidad no es solo un componente más de la personalidad sino la forma general que en el individuo se manifiesta a sí mismo y ante los demás como pertenecientes a un determinada clase de especie.
Existe un peligro real: si en el proceso de socialización que lleva a cabo cualquier niño, la educación sexual no es otorgada con honestidad y sin tabúes, esto puede generar temores, insatisfaciones y desconcierto que alteren el funcionamiento sexual maduro y sano d la persona y den lugar a conductas sexuales y/o sociales desajustadas, o a situaciones de riesgo elevado tanto para la persona misma como para sus compañeros.
He aquí la importancia de incluir la educación sexual durante el proceso de formación de los niños. Muchas veces por la falta de preparación o de medios, la familia no está en condiciones de brindar la información sexual que todo niño demanda y requiere.
Resulta entonces fundamental que la educación sexual se imparta adecuadamente por los docentes tanto a nivel primario como secundario para brindarles así a niños y adolescente una posibilidad de poder vivir, en su adultez, una vida sexual saludable y plena.
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